¿Qué son los Residuos Peligros?

Tal y como se define en el artículo 2 de la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, el residuo peligroso es aquel residuo que presenta una o varias de las características de peligrosidad enumeradas en el anexo I y aquél que sea calificado como residuo peligroso por el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa de la Unión Europea o en los convenios internacionales de los que España sea parte. También se comprenden en esta definición los recipientes y envases que contengan restos de sustancias o preparados peligrosos o estén contaminados por ellos, a no ser que se demuestre que no presentan ninguna de las características de peligrosidad enumeradas en el anexo I.

Características de los residuos peligrosos

No todos los residuos se consideran peligrosos. Para ser clasificados como tales, deben cumplir con ciertas características, que incluyen:

• Explosividad o facilidad de inflamación
• Toxicidad y/o ecotoxicidad
• Irritabilidad
• Oxidación
• Nocividad
• Propiedades cancerígenas
• Corrosividad
• Infecciosidad
• Mutagenicidad

Estas propiedades determinan la peligrosidad de los residuos y la necesidad de un tratamiento especial y cualificado.

Requisitos para la gestión y producción de residuos peligrosos

• Almacenamiento: Los productores o gestores de residuos peligrosos deben asegurar que estos se almacenen en condiciones adecuadas de higiene y seguridad. El período máximo de almacenamiento es de seis meses, con posibles extensiones autorizadas por las Comunidades Autónomas bajo circunstancias justificadas, siempre garantizando la protección de la salud humana y el medio ambiente.

• Mezcla o dilución de residuos peligrosos: Está prohibido mezclar o diluir residuos peligrosos con otros residuos, sustancias o materiales.

• Envasado: Los envases y cierres deben ser robustos, resistentes y fabricados con materiales que no reaccionen peligrosamente con su contenido. Para residuos en estado de gas comprimido, licuado o disuelto a presión, los recipientes deben cumplir con la legislación vigente.

Estos envases deberán estar correctamente etiquetados según normativa de aplicación. 

El envasado y almacenamiento deben prevenir la generación de calor, explosiones, igniciones, y la formación de sustancias tóxicas u otros efectos peligrosos.

 Obligaciones de los productores y poseedores de residuos peligrosos

• Tratar los residuos ellos mismos o encargar el tratamiento a una entidad o empresa autorizada, acreditando documentalmente dicha obligación.
• Proveer información necesaria para el adecuado tratamiento y eliminación de residuos a las empresas autorizadas y a las Entidades Locales.
• Informar inmediatamente a la administración competente sobre la desaparición, pérdida o escape de residuos peligrosos.
• Realizar una comunicación previa al inicio de la actividad que produzca residuos peligrosos.
• Disponer de un Archivo Cronológico con la información relativa a los residuos producidos, y su justificación documental.

Obligaciones de los gestores de residuos peligrosos

Los gestores deben:

• Mantener los residuos almacenados según lo estipulado en su autorización.
• Constituir una fianza y suscribir un seguro o garantía financiera si así lo requiere la normativa.
• No mezclar residuos peligrosos con otras categorías de residuos.

Las empresas de tratamiento de residuos deben:

• Acreditar documentalmente el tratamiento de residuos.
• Gestionar adecuadamente los residuos resultantes de su actividad.
• Entregar residuos a entidades autorizadas y disponer de la documentación que lo acredite.

Las entidades que recogen o transportan residuos deben cumplir con las normativas de transporte y asegurarse de que los residuos peligrosos estén envasados y etiquetados según las normas internacionales y comunitarias vigentes. Los negociantes deben garantizar que los residuos adquiridos se sometan a un tratamiento completo y documentar esta operación al productor o poseedor inicial de los residuos.